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sábado, 8 de diciembre de 2007

Vacaciones y demás.



Pensaba actulizar esto el sábado pero andaba con fiaca y no lo hice, las vacaciones me están haciendo mal y sólo llevo dos días en ellas.

La foto es del show de Danger Four del día viernes 7 al cual fui con Lu y estuvo bárbaro, lástima los precios del lugar y que nos cagamos de hambre jeje.

Parte del espectáculo estuvo dedicado a John Lennon ya que al día siguiente se cumplían 27 años de su asesinato. Fue muy emotivo.

Cambiando de tema, ayer asumió Cristina Fernández de Kirchner como presidenta. Ok, al principio tenía mis reservas sobre si realmente era lo mejor, después de escuchar su discurso (me sorprendió saber que fue improvisado) debo decir que voy a darle una oportunidad.

Voy a cambiar el estilo del blog, menos sobre que hago cada día y más crítica (entiéndase: múscia, libros, cine, bla bla).

Nueva tradición, por cada actualización recomiendo un video de alguna banda, digamos que tengo varios para recomendar pero como no estoy segura de que los vean solo pongo uno para sacarme las ganas.

Hoy dejo "Gilt Complex" de los escoceses Sons and Daughters. (Dato para los fans de los Beatles: la bajista es Lennon de apellido).

http://www.youtube.com/watch?v=tvGxzg7-GQo&feature=related

Nada más, me voy a escribir y a pensar en que banda recomendar la próxima vez...

martes, 27 de noviembre de 2007

Dolor de muela.

No puede ser que uno vaya a arreglarse una muela para que no le duela más y salga con un dolor del séptimo infierno. No es justo.
Encima de todas las cosas todavía no se me fue del todo la anestesia, es decir, hay más dolor por venir, agregándole que como tenía la lengua dormida no sentía si me la mordía, ergo: duele como la puta madre.

Estoy de un humor de perros, se nota?

Tampoco pude estudiar, ni hacer nada de lo que tenía planeado hacer hoy.

Estoy a unto de romper todo. No puedo pensar en nada positivo que decir o pensar para levantar mi ánimo, por eso recurro a descargarme aquí y molestar a los que leen, porque me siento egoísta jajajajajajaja.

Perdón, pero descubrí algo que me levanta el ánimo un poquito, además de estar viendo Muertos de Risa de Alex De La Iglesia (es genial). El video de Tropical Iceland de The Fiery Furnaces.

http://www.youtube.com/watch?v=ERSf4aAcimo

Nada más, me voy a volar un rato.

Dejo la letra:

Goat’s head in the deli case
Oh sweet angel-angel-bearded face
Paper mache parade on at night
That’s what you do with no sunlight
In the tropical, tropical

Tropical ice-land
Black church on a cold tundra

Mountain-glacier-glacier-glacier-stream
Black stone beach and a Black Death bottle
Is all me and my baby’ll need
In the tropical, tropical

Tropical ice-land
Take intermission at the movies

Freeze outside for one quick smoke
Take a Klondike bar from the pop machine
Hey it’s ice cream, no not coke
In the tropical, tropical

Tropical ice-land
Let’s meet in Kristiana next summer

Let’s get out before we melt away
I’ve seen enough stray ponies and puffins
To get me through till the end of May
In the tropical, tropical

Tropical ice-land

Sing along, folks!

sábado, 24 de noviembre de 2007

Un poco de respiración boca a boca para el blog.

Cuánto hace que no me sentaba a actualizar esto....

Bueno, es hora de poner mis pensamientos en orden y decidir por qué empezar.

Estoy sentada frente a mi computadora a la 11 de la noche, cosa que hace días que no hago porque estoy teniendo trastornos de sueño y estoy cada vez más cansada y de mal humor. Y mientras pienso en todo lo que tengo que hacer mañana, me parece que lo mejor para distenderme (o no, ya ni sé) es darle un poco de respiración boca a boca a este pobre blog que ha sido abandonado.

Antes de encontrar un tema fijo del cual hablar voy a dedicarme a hacer lo que se dice en inglés como "rant", algo así como irse por las ramas. Que es lo que vengo haciendo desde hace ya unos renglones arriba.

Ranting es esa cosa que uno hace cuando tiene ganas de escribir o de hablar pero como no sabe de que se fija en las boludeses más cercanas o lejanas, como prefieran. Therefor I'm ranting.

En este mismo momento me encuentro buscando algún video en youtube que me mantenga despierta para evitar irme a dormir y que llegue el día de mañana para no hacer la frutilla.

Creo que siento el rant desvanecerse y que estoy pasando realmente a tener nada de que hablar. Deprimente hasta la médula lo mío.

Hoy vi a un auto, manejado por gente en un estado de conciencia quizá alterado, chocar a otro estacionado y seguir de largo como si nada. No se que tiene que ver pero... Miren a los dos lados de la calle al cruzar!!

Quiero, o mejor dicho, NECESITO que terminen las clases. Honestamente, ya no doy más.

Tengo ganas de viajar, de escribir más de 5 minutos por semana, de poder descansar, tantas cosas que por culpa de los trabajos prácticos que se viven acumulando por cada segundo que dedique a algo de esto, no puedo hacer. De todo esto anhelo por mayoría la primera. Quiero alejarme de todo por un tiempo. Tomar un descanso de mi vida por así decirlo. Una vez que esté lejos, descansando, podré dedicarme a escribir. Es que todo es un círculo vicioso.

Otra cosa que revive en este mismo momento es mi fanatismo por Franz Ferdinand (no que haya muerto en algún momento pero estaba un tanto dormido) y se debe a que se aproxima el nuevo disco...Al finnn!!!!

Recomiendo el video de Lynsey Wells, la canción es adictiva y la alegría de la chica del video es envidiante...

Después vean Wine in the afternoon. Es una orden no una sugerencia.

Ah sí, creo que voy a estudiar letras. Me gustaría trabajar en reseñas, todavía no se si de libros o de música, pero voy por ahí.

Rant over.

Dejo este blog oficialmente vivo, ya no más respirador artificial.

To drinking wine, to drinking wine in the afternoon!

lunes, 29 de octubre de 2007

Long time no see

Hace no se cuanto que no actualizo el blog, y se debe a que estuve vaga y con poca inspiración, por lo tanto realmente no tenía nada para decir.

Mi vida ahora se rige por kinesiología, trabajos prácticos atrasados y la poca inspiración que parece venirme en cuentagotas...

Peroooo el viernes... RECITAL!!!!!!!

Faltan días nada más, no lo puedo creer!!!!

Con respecto a mi novela estoy teniendo problemas con los nombres... Los apellidos me están dando pesadillas.

También me confunde el capítulo 8, porque se me ocurren dos maneras de seguir la historia según como queda en el cap. 7. Por ahora estoy escribiendo una versión, si veo que no funciona pasaré a la otra fórmula.

Cambiando de tema...

Debo presentar mis dos nuevas fangirl obsessions:

1_ Desayuno en Tiffany's. Tanto el libro como la película son geniales, si bien el libro tiene un giro más bien dramático y la película está encarada como una comedia romántica, el film capta bien (a mi parecer) la escencia del libro de Truman Capote. La actuación de Audrey Hepburn es excepcional porque representa a Holly Golightly tal como uno se la imagina. Otra cosa, la protagonista es una lumpen hecha y derecha sin embargo me dieron ganas de probar su estilo de vida desprolijo y pródigo...

2_ Suede. Banda inglesa que se hizo famosa por su participación en el movimiento del Brit Pop durante los '90. Lamentablemente hoy en día estan inactivos... Pero hasta hace poco se había reunido parte de la banda y habían empezado a girar nuevamente.
Recomiendo que los busquen en youtube, especialmente: Filmstar, So Young, Animal Nitrate y Metal Mickey.
(Brett Anderson, el cantante, es de libra!!! y cumple dos días antes que yo!!.)

Nada más, culturizense(se escribe así? siquiera existe?) y sean felices!!

Capítulo 6

(aclaración: los puntos suspensivos después de los nombres significan "todavía no se cómo apellidarlos")


Cuando sonó el despertador a la madrugada siguiente yo ya estaba despierta de antes, de hecho no había dormido en toda la noche a causa de los nervios. Me levanté rápidamente de la cama y decidí con mucho cuidado que iba a ponerme antes de irme a bañar. Terminé eligiendo un jean ajustado negro y una camiseta rayada en rojo y negro, luego de bañarme y secarme el pelo me puse una vincha roja en la cabeza y unos zapatos negros con poco taco.

Bajé a la cocina y vi que mamá tenía el desayuno preparado en la mesa y papá ya estaba sentado tomando su café y leyendo el diario. Ambos parecían mucho más despabilados de lo que yo estaba a la 6:30 de la mañana comúnmente, y a esto se le sumaba que yo no había dormido nada.

“Samy, apurate a desayunar que tenemos que estar antes de las 7 y media en la radio.” Me dijo papá ni bien me senté, parecía una bolsa de nervios, miraba su reloj cada dos segundos y luego dirigía su mirada a la puerta de entrada.

“Sí, sí… ” Le contesté, yo también me estaba convirtiendo en una bolsa de nervios.

Terminé de desayunar lo más rápido que pude, que fue en menos de 15 minutos ya que mi estómago no se encontraba en condiciones de aceptar alimentos, a pesar de las insistencias de mi mamá, que decía que si no comía corría el riesgo de desmayarme de la emoción, aunque yo sabía que desayunando corría el riesgo de vomitar de emoción y sabía muy bien cual era peor.

Cuando me senté en el auto de papá me empecé a sentir muy mal, tenía la sensación de que iba a enfermarme pronto si no lograba calmarme. ¿Por qué estaba tan nerviosa? Ya lo había conocido el sábado y había resultado ser una persona agradable, provocativo y seductor hasta sin intentarlo, pero agradable en fin.

Al llegar a la radio, subimos rápidamente al estudio de donde transmitía papá su programa y yo me tuve que quedar en la cabina de sonido del otro lado de la ventana que conectaba las dos salas. Papá estaba sentado en la mesa del estudio repasando el temario del día junto a sus compañeros del programa, y de repente la puerta se abrió y entró un hombre de aproximadamente 30 años, rubio y de aspecto formal, probablemente sea porque llevaba traje; detrás de él entró Armand en toda su gloria, llevaba puesto un traje negro que lo hacía más alto y esbelto de lo que lo recordaba, su brazo derecho rodeaba la cintura de la misma chica de la fiesta del sábado.

Agradecí que papá apareciera inmediatamente para recibirlos porque me estaba sintiendo enferma de vuelta y por suerte no me habían visto.

“Perdonen nuestra tardanza” Dijo el hombre rubio, su español no estaba tan pulido como el de Armand pero se le podía entender perfectamente.

“No se preocupen,” dijo papá “nosotros también acabamos de llegar. Armand, un place verte nuevamente.”

“Igualmente.” Dijo el cantante de manera cordial con una gran sonrisa mientras le estrechaba la mano.

Papá hizo lo mismo con el hombre rubio.

“Ricardo………” Le dijo en ese momento, presentándose.

“Claude………” Contestó. “Soy su representante, lamentablemente no pude ir a la fiesta del sábado, tuve una reunión importante con los productores que duró una eternidad.” Dijo disculpándose.

“Eso imaginé… Ah, Sra. Mercer un gusto verla de nuevo.” Dijo papá con una sonrisa y estrechó la mano de la chica.

“Judith, por favor.” Contestó esta tímidamente.

Eso se sintió como un balde de agua fría. Estaba… casado… Mis nauseas desaparecieron y fueron reemplazadas por un vacío infinito en m mi estómago. Para calmar el malestar me desplomé en el sofá que tenía atrás mío, y debí haber hecho mucho ruido porque de repente todos se dieron vuelta para verme notando que yo había estado allí todo ese tiempo. Claude se volvió al instante para hablar con uno de los locutores del programa.

“Supongo que te acordarás de mi hija Samanta… “

“Por supuesto,” se acercó a darme la mano “¿cómo estás?”

“B- bien.” Contesté ignorando las nauseas.

“Judy, esta es Samanta, ¿recuerdas que te hable de ella?” Le dijo a su esposa, “Samanta, esta es mi esposa Judith.”

Ella me sonrió tímidamente y traté con todas mis fuerzas de corresponder el gesto pero solo logre esbozar una media sonrisa que muy bien podría haber significado “no me caes muy bien pero te sonrío por cortesía y porque tu asombrosamente hermoso marido espera que lo haga”.

“Ya estamos por empezar.” Aviso papá interrumpiendo, por suerte, el incómodo momento. Él y Armand entraron al estudio, yo me acomodé en el sillón y Claude y Judith tomaron asiento a mi izquierda.

El programa empezó, al principio papá y su compañero dieron las noticias del día, hablaron del tiempo y pasaron un tema musical de Armand antes de ir a una propaganda.




“Ahora sí, lo que mucho de ustedes del otro lado del parlante estaban esperando, la entrevista en exclusiva con ¡Armand Mercer!” Dijo papá con entusiasmo.

Los locutores y algún fotógrafo de algún diario aplaudieron.

“Armand, bienvenido a nuestro programa y bienvenido a Buenos Aires.” Comenzó otro de los locutores, que no había visto hasta ahora, era de más o menos treinta años de aspecto intelectual, demasiado para alguien que conducía un programa que escuchaban los adolescentes.

“Gracias, Mario, Ricardo. La verdad es que siempre me siento bienvenido en Argentina, por eso sigo volviendo, además la gente es espectacular.” En ese momento me dirigió una rápida mirada y sonrió para sus adentros con disimulo.

“Nos complace mucho escuchar eso,” dijo papá “porqué no nos contás sobre que te trae esta vez por el país.”

“Bueno, como ya todos deben saber, vine a filmar junto a Francisco Murdoch su nueva película. Realmente no puedo adelantar mucho, sólo que será musical, obviamente.” Se acomodó en su asiento y tomó un poco del café que tenía frente suyo.

“Espero que nos enteremos más de la película antes de que el suspenso nos mate.” Bromeó el hombre llamado Mario.

“Si todo resulta como está planeado en cuatro meses ya deberíamos estar terminando.”

“¿Y qué podés contarnos de tu carrera musical?” Preguntó papá.

“En este momento me encuentro componiendo bastante, pero voy a esperar a terminar con la película para entrar al estudio a grabar. Considero la filmación como un tiempo libre que venía posponiendo desde hace rato.”

Mientras tanto, Claude se encontraba al teléfono hablando con alguien en francés, y Judith Mercer hojeaba una revista de chismes a mi lado.

“Ugh” dijo de repente, “odio estas revistas, sólo saben decir mentiras.”

En ese momento me di cuenta de algo que antes no había notado, su castellano era perfecto porque era argentina. Noté que su comentario estaba dirigido a mí.

“Eh… si, yo también.” Realmente no sabía que responder, parecía una buena persona pero… ¡era la esposa de Armand Mercer! Y yo era una estúpida fanática más.

Levantó la revista y se la mostró a Armand, a quien le pareció graciosa la tapa. Cuando dejó la revista en la mesita cercana vi que el titular de la tapa era “¿Romance entre Mercer y Bassin?”

Ahora entendía la reacción de Judith ante la noticia, aunque no los conocía bien, no parecían un matrimonio en problemas; “lástima” dijo una vocecita al fondo de mi cabeza pero no le hice caso.

lunes, 15 de octubre de 2007

Capítulo 5

Capítulo 5.




“Chicas…” escuché que nos llamaba la voz de papá.

Mamá, que estaba hablando con una señora de la otra mesa, y nosotras nos dimos vuelta hacia donde se encontraban e inmediatamente nos pusimos de pie, noté que temblaba pero me controlé.

“No me pareció oportuno esperar hasta el lunes para presentarlos, teniendo la oportunidad de hacerlo hoy, así que… Armand… te presento a mi esposa Julia, mi hija Samanta y su amiga Marina.”

Mientras papá nos presentaba Armand nos iba estrechando las manos, cuando llegó mi turno pensé que me iba a desmayar; llevaba puesto un traje azul oscuro que realzaba sus ojos y lo hacía verse tanto el galán como el villano de la película ya que su mirada parecía esconder motivos oscuros detrás de tanta galantería. Pero cuando tomó mi mano lo miré a los ojos y por esos dos segundos en que la sostuvo me sentí perdida y encontrada a la vez, por eso no le di importancia al motivo oculto. Marina, al contrario, se veía perdida por completo.

“Es un placer conocerlas.” Dijo, su español era bueno pero se le notaba bastante su acento francés.

“Samy es una gran fanática tuya, tiene fotos tuyas por todo su cuarto…” Empezó a decir papá con tono divertido, pero paró cuando le dirigí una mirada de enojo mezclado con sorpresa y vergüenza.

Sentí que me sonrojaba rápidamente pero no pude evitar mirar a Armand de reojo y noté que estaba sonriendo, uno sonrisa que derretía casi literalmente y que se me contagió.

“No hay porque avergonzarse,” me dijo, “cuando tenía tu edad también tenía imágenes de mis músicos preferidos en las paredes de mi cuarto.” Su acento era total y absolutamente irresistible y sonrió de nuevo, y me gusta pensar que esa sonrisa fue solamente para mí.

“Yo también tengo fotos tuyas en mi cuarto” Dijo Marina de repente, casi gritando, parecía… ¿celosa?

Armand le sonrió también pero no fue igual, parecía que lo hacía más bien por compromiso.

“Si me disculpan, voy a volver a mi mesa, todavía no he comido.” Dijo amablemente.

“Por supuesto, no queremos detenerte, gracias por venir a saludar, te veré el lunes en el programa.” Dijo papá y procedió a darle la mano.

“Un placer conocerlas.” Nos dijo y me dedicó una última sonrisa antes de volverse a su mesa.

El resto de la noche transcurrió con más normalidad de la que me hubiera gustado. Armand se retiró de la fiesta poco después de comer y Marina siguió manteniendo esa actitud celosa hacia mí. Papá luego recibió su premio a la trayectoria, celebramos, bailamos un poco y volvimos para casa, después de dejar a Marina en la suya.

Cuando llegué a casa me dirigí rápidamente a mi cuarto y me senté en la cama en silencio. De repente se formó una sonrisa en mis labios y comencé a reírme sin parar, estaba desbordando de felicidad, lo conocí, ¡lo conocí! Y lo tuve enfrente y me dio la mano, y me sonrió… varias veces…

Cuando se me pasó el ataque de risa, me tiré sobre la cama y me dormí al instante completamente vestida, pensando en él.

Desperté la mañana siguiente con un fuerte dolor en mis pies a causa de los zapatos y un poco de dolor de cabeza. Los sucesos de la noche anterior todavía no los había procesado mi confundido cerebro. Mientras estaba en la cama pensé en llamar a Marina para ver si quería hacer algo esa tarde pero era Domingo y tenía tarea de geografía y matemática así que me decidí por no llamarla, además se había comportado de forma extraña anoche y quizá todavía no se le había pasado.

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Después de almorzar me dediqué a las tarea del colegio escuchando un disco de un dúo, a veces cantaba una chica y a veces un chico, que era bastante relajante, perfecto para estudiar. Ya que eran dos materias que odiaba estudiar necesitaba toda la concentración que pudiera conseguir de mi perdida cabeza… Perdida desde la fiesta de anoche. Tampoco podía dejar de pensar en que al día siguiente faltaría al colegio para ir a la radio con papá a ver a Armand de vuelta.

Para cuando terminé ya era de noche, ya casi eran las ocho de la noche, así que guardé las cosas y bajé a ver algo de tele, sabía que no había muchos canales para elegir como en mi vida anterior pero tampoco era tanta la variedad de programación como para extrañarla, y, al menos, ya no me tendría que aguantar las propagandas de yogures mágicos. Incluso nuestra televisión era a color así que no era tan terrible.

Papá estaba colgando su diploma de reconocimiento en una pared del living, cuando me senté en el sofá grande me miró como para saber si estaba de acuerdo con la ubicación del premio, levanté mi pulgar derecho y él sonrió.

La tele ya estaba prendida y estaba puesta en el canal de noticias, me pareció correcto dejarlo ahí ya que necesitaba un poco de cordura a toda esta locura que me había ocurrido en menos de una semana.

La noticia más importante del día era que Estados Unidos y la Unión Soviética habían firmado un tratado de tregua por tiempo indefinido. En ese momento sentí que era traída a la realidad de un tirón brusco, como no había pensado en la Unión Soviética todavía, era más que obvio que seguiría existiendo por lo que Alemania ¡seguía siendo dos! En geografía estábamos viendo América por eso no lo había notado.

Me encontré más perdida que antes, ahora no solo no me conocía a mi misma sino que ¡tampoco conocía el mundo en que vivía!

“Samy… Samy… ¡Samanta!” Mamá me llamaba desde la cocina y me sacó de mis pensamientos.

“¿Qué?” Pregunté aún un poco colgada de mi rama.

“¿Me ayudás a poner la mesa, por favor?”

“Sí, sí, ya voy.”

Salí de mi trance por completo y fui a la cocina a ayudar.

lunes, 8 de octubre de 2007

Cumple de Tiyi Liki*

En 10 minutos la señorita Nayla cumple los 17 años y con motivo de hacerle pasar más ameno el pasaje de edad me parece oprtuno dedicarle unas palabras.

Nena, a mi también me costó pero pasé la barrera tan rápido que cuando me di cuenta de que tenía un año más ya no se sentía más. De hecho no me siento más vieja sino más grande, más madura si se quiere.

Así que , no te preocupes!!

No es grave, y en realidad es mejor, cada vez estás más cerca de los 18, los grandes 18!!

Y eso si que está bueno.

Puede ser que los 16 y los 17 parezcan años de transición pero te ayudan a preprarte para la mayoría de edad.

Todavía sos menor!

Hasta podrías decir que sos una niña!

Por eso te quería decir que no desesperes!!

Te quiero mucho mucho mucho mucho!!!!!!!!!!

¡¡¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!!!!

Mañana nos juntamos y nos contamos las arrugas jajaja

Muchos besos!!!!

Mañana te daré los 17 tirones de oreja.

sábado, 6 de octubre de 2007

Capítulo Cuatro

Aclaro: esto es sólo un borrador todavía, hay muchas cosas que arreglar, no es definitivo.


“Samy cuando termines tu plato subí a buscar tu abrigo rápido así vamos a la peluquería, ¿de acuerdo?” Me dijo mamá mientras almorzabamos.

“De acuerdo.” Contesté.

Papá había salido temprano para el hotel donde se llevaría a cabo la fiesta para ayudar con la organización y preparar su discurso de agradecimiento.

Así que cuando terminé de comer, ayudé a levantar de la mesa y fui a buscar mi abrigo para salir, me sentí tentada en llevar un libro pero decidí conformarme con las revistas que allí habría.

La mayoría de la revistas, mejor dicho todas, hablaban de la visita de Armand Mercer al país junto a la actriz argentina del momento, Julieta Bassin. Sentí unos celos muy estúpidos de esa chica. Entonces realmente comprendí lo que significaba conocerlo, significaba tenerlo frente a frente, significaba hablarle; ¿qué iba a decirle? ¿Cómo debía comportarme?


Noté que estaba entrando en pánico y trate de calmarme antes de que la entusiasta peluquera se diera cuenta. Todavía tenía dos días para prepararme para ese momento, no había razón para preocuparse ahora.

Cuando llegamos a casa ya eran las 17:30, por lo tanto teníamos menos de una hora para cambiarnos y salir, ya que debíamos estar a las 19 en el hotel y antes pasar a buscar a Marina por su casa.

El vestido que había elegido para la noche era blanco, de corte trapecio, sobre mis rodillas y tenía pequeños detalles en negro. Mis zapatos eran también de ese color. Me miré en el espejo, el peinado que había decidido hacerme la peluquera consistía en dejarme le flequillo suelto y sujetar mi cabello en un alto rodete. Busqué entre los cajones del escritorio por un delineador, al encontrarlo procedí a remarcar bien el contorno de mis ojos. Me puse mi tapado blanco que, aparentemente, guardaba para ocasiones especiales, y bajé a encontrarme con mamá que ya estaba esperándome en el auto.

El recorrido hasta la casa de Marina era corto ya que vivía cerca nuestro, ni bien estacionamos en la entrada de su casa, ella ya estaba en la puerta junto a sus padres, después de saludos y otras cortesías se subió al auto.

Mamá encendió la radio y empezó a cantar al compás de la música que sonaba.

“Gracias de nuevo por invitarme, “me dijo Marina “necesitaba salir de esa casa.”

“De nada.” Le dije. “De hecho me alegro que hayas aceptado venir porque no creo que me habría resultado divertido de ir sola.”

Al llegar nos encontramos con papá que nos estaba esperando en la entrada del hotel y luego nos dirigimos al salón donde un señor de traje nos llevó a nuestra mesa.

El salón tenía un estilo a lo Luis XV, en un extremo había un escenario sobre una tarima que miraba a la pista de baile, y rodeando esta se encontraban la mesas redondas cubiertas con manteles blancos. En las paredes había carteles que mostraban el logo de la radio y el número 50 en letras doradas.

Nos sentamos en nuestra mesa mientras seguía entrando gente, en menos de quince minutos la sala se llenó y poco después el lugar quedó a oscuras y el escenario fue iluminado por luces blancas y amarillas.

Un hombre de más o menos sesenta años, canoso y que vestía un smoking parecido al de papá, se subió al escenario y fue recibido con aplausos de todos, yo incluida aunque no sabía quien era.

“Gracias, gracias.” Dijo por el micrófono mientras sonreía. “No saben como me complace ver tantas caras conocidas juntas en esta ocasión tan especial como lo es un aniversario, más si es de 50 años…” hizo una pausa mientras su cara se llenaba de nostalgia. “ Cuando mi padre fundó esta radio…”

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Antes de que se sirviera el plato principal había tocado una banda de música de salón, y si bien no es mi tipo de música, Marina y yo bailamos como locas.
Ya estábamos preparándonos para comer cuando el hombre canoso se acercó a nuestra mesa a saludar a papá.

“¡Ricardo, cuanto tiempo!” Le dijo a papá.

“¡Alberto!” Contestó papá, y ambos se abrazaron como buenos amigos.

Alberto nos saludó a todos con una sonrisa y pidió ausentarse un momento con mi padre.

Me concentré nuevamente en mi plato pero fui interrumpida por Marina que me golpeaba en el hombro izquierdo tratando de llamar mi atención, la miré y vi que me señalaba algo con su dedo índice, seguí su indicación y sentí que me quedaba sin aire. Mi padre y Alberto se encontraban hablando con dos hombre más, y uno de ellos era nada más y nada menos que Armand Mercer.

Los cuatro charlaban y reían como si se conocieran de toda la vida, se dirigieron hacia una mesa cercana y tomaron asiento, a mi padre lo tapada la espalda de Armand, que estaba sentado a la derecha de una chica de cabello castaño claro largo y brillante, él tenía su brazo izquierdo sobre el respaldo del asiento de la chica; sentí los estúpidos celos nuevamente.

Marina y yo lo mirábamos con cara de bobas, y en un momento se dio vuelta y miró hacia nuestra mesa, rápidamente me dediqué a seguir comiendo ignorando el hecho de haberle visto la cara, y le di un codazo a mi amiga para que hiciera lo mismo pero ésta parecía hipnotizada.

Cuando se dio vuelta estaba casi temblando.

“Se está acercando a esta mesa junto a tu papá.” Su voz sonaba nerviosa y un poco histérica.

Me volteé para ver y me di cuenta de que ambos estaban a pocos pasos de donde nos encontrábamos. Entré en pánico, no estaba preparada para esto, ¡¡¡se suponía que todavía tenía dos días más!!!

Actualizaciones de la vida.

Acabo de volver a mi casa después de una reunión de Franzypants (fan club argentino de Franz Ferdinand, para los que no sepan). Y bueno, gente que hacía pila que no veía...

Recomiendo a todos que se unan a un fan club, ¡¡aunque sea de Mateyco!! (Para vos Tiyi!).

Es divertido encontrarse con gente con la que uno tiene cosas en común más allá de la vida cotidiana. Y poder hablar de una serie, de una banda, de un actor por tiempo indeterminado sin cansar a nadie.

No sé porque comento esto pero, que sé yo?
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Hoy me compré Crepúsculo!!!

Ya no tengo que leerelo más de la computadora y soportar los ojos secos y el dolor de cabeza!!
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Tengo que hacer lo de Arquitectura y no sé como por mi muñeca... Un bajón!
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Ah sí! Cambié todo el Blog, sí.

Me tenía podrida el verde oliva ese así que puse uno rosa, porque me gusta el rosa y no me averguenzo de ello, de hecho mucha de mi ropa es rosa jaja.

Por suerte con este nuevo diseño se le puede dar de comer a Laurent porque con el de antes no me aparecía el cartelito de More.

Se me iba a morir de habre el pobre...

Y abajo agregué algunos videos para culturizar a mis lectores.
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Terminé con el capítulo 6 de mi historia por ende a continuación publicaré el capítulo 4 y seguiré con el 7.

En realidad tendría que irme a leer pero siento a mis musas cerca así que voy a aprovechar su precencia.

Nada más, buenas noches y buena suerte!

sábado, 29 de septiembre de 2007

Tengo mi entrada!!!!!


Acabo de volver del Alto Palermo de comprar mi hermosa entrada para el Yeah! Festival (un nombre más trucho no se les ocurrió)!!!!
En este momento soy la persona más feliz del mundo!!!
También me compré unos jeans que no voy a usar hasta el lunes porque es un regalo de cumpleaños... y porque tengo que hacerles el dobladillo...

Con respecto a la novela, tengo que hacer unas cuantas correciones al capítulo 4 y a los que le siguen, a parte tengo que terminar el capítulo 6. Así que voy a tardar un poco más en subir el 4, pido discúlpas!

Volviendo al tema anterior... ya quiero que sea 2 de Noviembre!!!!!!!!!!!
Me acuerdo que a principio de año una prima mía que había venido de visita desde México me contaba de lo bueno que era un show de The Killers en vivo y yo me preguntaba si algún día llegaría el día en que los vería... y llegó! o al menos llega en un mes.

Me voy a tomar la leche.
Chau chau...

viernes, 21 de septiembre de 2007

Día de la Primavera, Estudiante y Potus Salvaje...

Antes que nada ¡Feliz día de la Primavera, estudiante y en especial del Potus Salvaje!

Hoy fue un día raro, largo, pero valió la pena; empezando porque me desperté a las 6:30 de la mañana cosa que hace meses que no hago y jugé al Dominó que hace años que no juego!

El viaje hasta Correo Central fue genial en todo sentido, desde que viajé sentada sobre una baranda casi todo el viaje (que duró más de una hora) hasta el pibe que era igual a Gaspard Ulliel.
Después tuve que oficiar de guía turística lo cual me sirve de práctica, y que también fue muy divertido.
Buscar un lugar para sentarnos en Costanera no lo fue tanto, encima porque nos tuvimos que cambiar de lugar para estar al sol.
Pero bueno, comer, jugar al Taki, descansar y pelearnos con pasto si lo fue.
Creo que lo que cagó el día fue que se armó quilombo con la Prefectura y nos tuvimos que ir rajando del parque.
El viaje de vuelta fue un bajonaso, no era suficiente con el tráfico que había sino que el chofer tenía que chocar una camioneta y tardar también una hora en un viaje que puede durar 40 min. como máximo.

Pero ahora estoy en mi casita, descalza y creo que me voy a hacer más pochoclo para comer mientras sigo escribiendo y trato de terminar el 5to capítulo de una vez por todas!!!

Pensaba subir alguna foto de hoy pero no me da el saldo del teléfono para mandármelas por mail a la computadora. En otro momento será.

Hasta luego, pronto o nunca; como prefiera el lector.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Belle and Sebastian



Bueno, estos son Belle and Sebastian, una de mis bandas preferidas.
como estaba aburrida en mi casa decidí hablar sobre ellos.

Son una banda escocesa formada en 1996 en Glasgow y que sufrió diversos cambios en su formación.
En un comienzo fueron Stuart Murdoch (a quien voy a perseguir cuando vaya a Escocia), Stevie Jackson (guitarra)(probablemente también lo persiga), Isobel Campbell (cello), Richard Colburn (batería), Chris Geddes (teclados) y Stuart David (bajo); con esta formación editaron 'Tigermilk' su primer disco.
Para la grabación de ‘If You’re Feeling Sinister’ se unió a la banda Sarah Martin (violín). Para la grabación de 'The Boy With The Arab Strap' se unió Mick Cooke (trompeta)(los fanáticos de Franz Ferdinand le debemos taaanto).
Luego dejó la banda Stuart David y su puesto de bajista lo ocupó Bob Kildea, y más tarde Isobel Campbell también dejó la banda (snif snif).

Bueno nada, recomiendo son muy buenos y muy poco conocidos, entren y escuchen: http://www.myspace.com/thebandbelleandsebastian

Chau chau!!

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Capítulo Tres

A pedido del público aquí va el tercer capítulo!


Capítulo 3.


La primera clase del día era Literatura, materia que me gustaba mucho, pero luego de conocer al profesor y su elección de libros, cambié de opinión, los textos elegidos eran solamente clásicos. La mayoría los había leído y me habían gustado pero la literatura era algo muy amplio como para apegarse a lo más conocido nada más.

Luego tuve Matemáticas y fue interesante ver que tenía el mismo profesor que en mi vida anterior.

La última clase del día era Geografía y aunque debía durar 80 minutos, pareció durar tres horas.

Al salir, caminé las primeras cinco cuadras con Marina y luego tomamos caminos diferentes. Llegué a casa y leí una nota que había dejado mamá:

“Fui de compras, vuelvo para la cena, un beso,
Julia.”

Papá todavía no había regresado así que estaba sola. Subí a mi cuarto y continué con mi investigación de hoy a la mañana. Estudié mis libros, mis fotos, mis dibujos, mi ropa y volvía mirar mis discos; ante toda la conmoción no había notado que el último álbum verdadero de Los Beatles era Rubber Soul, después de ese el resto eran nuevos.

Las tapas eran convencionales, parecidas a las de sus inicios y en algunas aparecían ellos con tristes sonrisas fingidas. Se los veía avejentados, y no sólo físicamente sino que tenían un aura alrededor que oscurecía la imagen.

Me dejé llevar por la curiosidad y puse uno de los discos en el tocadiscos, pero ni bien empezó a sonar la música lo detuve. Era exactamente como yo temía, las canciones eran iguales a las que cantaban a comienzos de los ’60, su creatividad había sido congelada, ¡Yo la había congelado!

Me odiaba tanto en ese momento, había hecho algo terrible por simple capricho. Con razón no eran más mi banda preferida, pero por algún motivo seguía comprando sus discos, ¿culpa? ¿Algún compromiso inconsciente? Nunca lo sabría.

“¿Samanta estás en casa?” Escuché que preguntaba la voz de papá desde abajo.

“¡Si, ya bajo!”

Me apuré escaleras abajo para saludarlo, no quería estar sola en este momento. Al llegar pude apreciar que su traje tenía color y no era de esos grises que acostumbraba usar. Él como mamá había cambiado completamente, definitivamente ya no era la persona de pensamiento cerrado que yo había conocido, por lo que había escuchado de mis compañeros de curso, el programa de radio de mi padre era de los pocos que podían interesar a los adolescentes.

“Hola hija, ¿cómo estuvo tu día?” Me preguntó mientras dejaba sus cosas en un sofá y se dirigía a la cocina para preparar café.

“Bien, normal.” Mentí. “¿El tuyo?”

“Excepcional, pero no diré más hasta que llegue tu madre. Tengo una sorpresa.” Me sonrió y me hizo una seña para saber si yo también quería café.

Asentí con la cabeza y me senté en la mesa de la cocina. Mientras tomábamos el café estuvimos hablando sin parar de música, era genial poder hablar con mi papá de otra cosa que no fuera el colegio, nunca tuvimos mucho en común y generalmente hablaba más con mamá pero parecía que en este universo paralelo las cosas eran al revés.

Mamá llegó al cabo de una hora y empezó a preparar la cena, era algo extraño verla hacer eso, siempre lo había evitado con toda razón. Mientras lo hacía contaba los últimos chismes del barrio incluido lo de la hermana de Marina, aparentemente les había dejado una nota a sus padres explicando la situación y que se había escapado con el padre de la criatura a “…Dios sabe dónde” como dijo mamá.

Cuando ya estábamos sentados en la mesa y nos preparábamos para comer papá dio la sorpresa que tenía preparada.

“Bueno, como ya saben, este año la radio cumple cincuenta años...” Esperó hasta que ambas asentimos con la cabeza. “Por lo tanto, este sábado se llevará a cabo una cena de gala para festejar el aniversario y estamos invitados, no sólo porque trabajo en la radio, sino porque me darán… ¡una distinción de carrera!” Terminó con orgullo dibujado por toda su cara.

Celebramos la noticia toda la noche y cuando ya me costaba mantener los ojos abiertos me retiré a dormir. Esa noche dormí como nunca antes en mi vida, este había sido un día realmente agotador.

A la mañana siguiente mi mamá tuvo que sacudirme para despertarme, me levanté con desgano y me dirigí hacia el baño arrastrando los pies. Me bañe, me cambié y esperé que se secara mi pelo mientras desayunaba. Por suerte era viernes y mañana era la fiesta, no me entusiasmaban mucho las fiestas de etiqueta pero era importante para papá que estemos allí, a parte el me había prometido que habría música en vivo, y eso sonaba un poco interesante.

Mi recibimiento en el colegio sucedió igual que ayer y cuando entramos al aula Marina se explayó lo más que pudo en los sucesos familiares del día anterior, aparentemente no era tanto como que Ana había escapado sino más como que la habían echado sus padres.

Las clases pasaron con normalidad; Biología, Matemáticas e Historia. Al salir de la escuela se me ocurrió invitar a Marina a la fiesta del sábado para alejarla un poco de sus problemas familiares.

“¡Me encantaría ir! ¡Gracias!” Me respondió y luego me abrazó fuertemente.

…………………
Mientras mamá cocinaba yo le hablaba de lo que pensaba ponerme mañana para la fiesta y papá miraba el noticiero echado en uno de los sillones del living. De repente una noticia captó mis oídos:

“…el cantante francés Armand Mercer se encuentra en Buenos Aires pero no para dar sus multitudinarios recitales, como en ocasiones anteriores, sino para filmar una película…”

El resto de la nota fue interrumpida por la voz de papá.

“El lunes lo tendremos en el programa para entrevistarlo, supongo que no tengo que preguntarte si querés venir ¿no?” Me dijo con una sonrisa.

“¿En serio? ¿En serio?” Grité de emoción y corría a abrazarlo lo más fuerte que pude. “Gracias, gracias, gracias.”

Antes de irme a dormir llamé a Marina para darle la noticia y nos quedamos hablando un buen rato sobre la fiesta, detrás de la emoción de su voz pude notar un dejo de envidia pero no le di importancia.

Subí a mi cuarto, puse uno de los discos de Armand y mientras bailaba al ritmo de la música me cambié a mi pijama, me acosté en mi cama y miré uno de los postres del cantante. Me sentí como una estúpida fanática más, pero no me molestó saberlo, lo iba a conocer personalmente y eso era lo único que importaba en ese momento. Me dormí con una sonrisa boba tarareando un tema.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Capítulo Dos

Al despertar no estaba segura de donde me encontraba, no parecía mi cuarto pero al mismo tiempo estaba segura de que lo era.

Los posters de The Beatles habían pasado de ser cinco y de un papel brillante a dos y de un papel similar al de diario, y se les sumaban tres del mismo papel pero de un chico de al menos 20 años, terriblemente apuesto, que letras grandes indicaban que se llamaba Armand Mercer, deduje que era cantante ya que uno de los carteles promocionaba su último… ¿LP?

Me pareció extraño pero no le di mucha importancia, muy bien podía ser uno de eso esos excéntricos que les gusta sacar tanto LPs como CDs … Las fotos de la fiesta no habían desaparecido pero ahora eran en blanco y negro, y los cuadros de Miró seguían en sus respectivos lugares. Pero lo que más me llamó la tención y terminó de despabilarme fue que en lugar de mi plateado equipo de música un pequeño tocadiscos beige y que donde debían estar mis CDs había un mueble de madera cuyos estantes estaban ocupados por LPs y SPs !!

Me levanté de golpe y me dirigí hacia mi armario y al abrirlo descubrí que mi ropa ya no era la misma sino que era similar a la de mi sueño. Comenzé a hiperventilar.

“No puede ser.” Dije en voz baja. “No puede ser.”

Miré por la ventana y ví que los edificios monumentales de la cuadra de enfrente no estaban, en su lugar había una plaza… Pero mi calendario marcaba 30 de Agosto de 2007. Eso lo confirmó… mi deseo de anoche se había vuelto realidad, ¡Los ’60 nunca terminaron!

En el momento de sintió como una epifanía.

Cuando logré recuperarme de la impresión escuché que mi mamá me llamaba desde la puerta.

“Samy… despertate que tenés que ir al colegio” me decía.

¿Qué hacía mamá en casa? A esta hora ya se había ido. ¿Qué estaba pasando? ¿Era todo real? ¿Tenía yo tanta imaginación? No, obvio que no. Era real.

“Si, estoy despierta, ya voy.” Contesté, tratando de esconder la sorpresa en mi voz.

“De acuerdo, te dejo el uniforme planchado al lado de la puerta.”

‘¿Uniforme?’ pensé, claro, se usaban uniformes.

Respiré hondo mientras me adaptaba a la idea y salí a buscar la ropa.

Después de salir del baño terminé de cambiarme y bajé las escaleras que daban justo a la cocina y al llegar, empecé a atar otros cabos sueltos.

Mamá había preparado una cantidad de tostadas como para alimentar un ejército y también había budín y jugo y café; y entonces comprendí: Julia, el nombre de mi mamá por el cual me parecía correcto llamarla en esta situación, era ama de casa… Algo que siempre había evitado ser. ¿Y dónde estaba papá? ¿O debería empezar a llamarlo Ricardo? Ya que sería un completo extraño, seguro. Su estudio contable se encontraba en la casa y por lo general él se encargaba del desayuno.


“¿Dónde está papá?” Pregunté con precaución para no dejar notar mi confusión.

“¿Dónde está? En la radio, ¡por supuesto! ¿Dónde va a estar sino? Si el programa es de 9 a 13 se espera que esté un poco antes ¿No te parece?” Me contestó con una sonrisa burlona y un poco desconcertada.

“Claro, claro, creo que todavía sigo un poco dormida todavía.” Mentí.

“Eso creo, ja ja. Samy yo me tengo que encontrar con Alicia en la peluquería porque se quiere que vigile al peluquero mientras le corta el cabello, como si yo supiera algo de eso, ja. Así que no puedo llevarte a la escuela, vas a tener que caminar, ¿está bien?” Me preguntó con un dejo de culpa.

“No hay problema, de hecho me siento con ganas de caminar.” Le dediqué una sonrisa convincente y m ela devolvió agradecida.

Después que se fue, me di cuenta de que todavía tenía una hora antes de salir para el colegio, ‘perfecto’ pensé, una hora para informarme y evitar pasar por loca frente a mis compañeros.

Subí a mi cuarto y l mirarme en el espejo noté algo que no había visto cuando fui al baño, mi pelo, que solía ser corto y descontrolado, era largo y lacio y al llegar a las puntas finalizaba en grandes tirabuzones de debajo de mis hombros y sobre mi frente ahora tenía flequillo. Como toque final decidí ponerme una vincha azul que encontré en mi escritorio y que combinaba con el uniforme del mismo color y gris.

Observé mis discos, debía haber como setenta. Todos ordenados, aparentemente, por preferencia, pero me sorprendió ver que el preferido era Armand Mercer y no Los Beatles, y del cual tenía tres discos.

Mientras ponía uno de ellos en el tocadiscos, seguí revisando los de Los Beatles, había veinticinco discos, ¿veinticinco? Sólo habían editado diez álbums en toda su carrera… El último de estos decía ser editado ¡este año!

¡Los Beatles seguían juntos!

En medio de la emoción no me percaté de que la música había empezado a sonar, el ritmo era rápido, del estilo de las películas de carretera, y la voz del cantante era suave, sin embargo se escuchaba de algún modo agresiva y definitivamente seductora; las letras estaban en francés por lo tanto no entendía nada. Descubrí rápidamente el porque de mi fanatismo por ese músico, parecía casi imposible no enamorarse de voz ipso facto.

Miré una de sus imágenes mientras empezaba el segundo tema, uno más lento; detrás de su alborotado flequillo castaño oscuro se veían uns penetrantes ojos azules, algo en su mirada me hizo pensar que él sería del tipo de hombres por el cual un día darías la vida y que al siguiente desearías que lo pise un tren. Pero el primer día siempre sería difícil de olvidar.

Salí de mi ensimismamiento cuando vi en el reloj de la pared que ya era hora de salir. Agarré mi mochila, mi abrigo y bajé las escaleras, pero antes de llegar a la puerta, una fotografía llamó mi atención. Era una imagen de la boda de mis padres, en la que se encontraban delante de las puertas de la iglesia junto a sus amigos y parientes. En realidad, mis padres se habían casado en un crucero, a pedido de mamá, obviamente.

Cuando llegué al colegio no me sorprendió ver que la construcción moderna que rodeaba el casco histórico del edificio había desaparecido. Ya me estaba acostumbrando a esta nueva vida, y luego de ver lo cambiadas que estaban las diez cuadras que distanciaban la escuela de mi casa ya nada podía ser tan novedoso.

Al segundo que puse un pie en el establecimiento fui abordada por una exaltada chica de abundante cabello rubio.

“¡Samy!” Gritó esta antes de abrazarme, entonces reconocí su voz.

“¿Marina?” Pregunté sintiéndome estúpida.

No me contestó pero me miró con cara extrañada por un momento. Después sonrió, me agarró del brazo y me dirigió hacia el aula. Una vez que nos sentamos en nuestros asientos de siempre, detalle que me extrañó, continuó con la conversación.

“No vas a creer lo que te tengo que contar.” Empezó. “¡Ana está embarazada!”

Ana era su hermana mayor que se había hecho conocida en el barrio por haber sido niña prodigio, y se había recibido de la facultad de medicina con veinte años, aparentemente eso había cambiado.

“¿Qué?” Pregunté. “¿Tus papás saben?”

“No, sólo me lo dijo a mi. Está aterrada con la idea de decirles, ya sabés como son. Encima de todo el padre ¡es el socio de papá! ¿Podés creerlo?” Me preguntó con un tono en su voz similar al de las señoras chismosas de los barrios.

Giré mi cabeza hacia los dos lados indicando negativa. Entonces hice una nota mental: ‘Marina es mi mejor amiga’. Ella estaba tan cambiada que no parecía la de antes, ni siquiera en la forma de caminar.

Palabras sueltas

¡Que día hoy!
¿No podía parar de llover al menos mientras salíamos del colegio?
Encima el taxista parecía re fumado, no se, se la pasaba preguntando la dirección, manejaba medio en zig zag y encima de todas las cosas estaba escuchando temas pedorros en la radio y tratando de cantar al unísono!!! Los peores 15 minutos de mi corta vida. Y, como hablabamos hoy, no pude controlar mis expresiones faciales pero estoy segura de que no se dio cuenta el chabón.
¿De que más puedo hablar? A ver...
Tengo ganas de ir a ver un ballet, la última vez que fui a ver uno fue hace dos años con mis viejos en el Colón. Estuvo muy bueno, pero ahora el Colón esta cerrado...
En este momento estoy viendo Peter Capussoto, obviamente, y en un ratito voy a seguir escribiendo.
Ehh, mañana a las 17:30 hay marcha por la noche de los lápices, supongo que será a Plaza de Mayo, como siempre. Yo voy, ¿alguien se prende?
A continuación subiré el segundo capítulo.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Primer capítulo.

Decidí que no iba a corregir nada porque todavía no estoy segura de como hacerlo, así que pensé que sería mejor que ustedes, los lectores, me dijeran que les parece que tendría que arreglar, como yo ya se muchas cosas sobre la historia de antemano a veces me olvido de describir personajes o lugares...
En fin, la historia volvióa ser "Sin nombre", al menos por ahora.
Disfruten!


“Nací en la época equivocada”. Me repetía una y otra vez mientras caminaba hacia el colegio, escuchando “Eleanor Rigby” en mi reproductor de mp3; me sentía tan reflejada en esa canción. Si bien no era solitaria a tal extremo, mis amigos eran más bien casuales, como el caso de Marina, mi compañera de banco, con quien intercambiaba un máximo de diez palabras por día haciéndola mi mejor amiga; en general nuestros gustos en común terminaban cuando el timbre marcaba el fin del día escolar.

No es que odiara mi vida, pero sentía que no pertenecía a este mundo donde la tecnología es lo más importante (aunque yo hiciera uso de esta). Me molestaba que de lo único que se hablara fuera de celulares que sirven para todo menos para llamadas telefónicas, de televisores enormes cuya única función sea darle más trabajo a los oculistas y de autos que te llevan más rápido hacia un accidente.

Mis pensamientos fueron interrumpidos al entrar al aula y tomar mi asiento junto a Marina.

“Hola” le dije.

“Hola” me contestó, sin levantar la mirada de su revista de Death Metal.

Siempre me pareció una persona misteriosa, daba la impresión de que debajo de sus ropas negras y cabello rubio y llovioso se escondiera una persona grandiosamente cálida…

Saqué mi libro de Historia, cuya materia tenía a continuación, y comencé a repasar cuando entró el Antunez, un señor con aspecto similar a Papá Noel a quien le gustaba representar situaciones, haciendo esta mi materia preferida. Se sentó detrás de su escritorio y comenzó la clase.

“Buenos días, chicos.” Comenzó “se me ocurrió durante el fin de semana que quizás era hora de hablarles un poco sobre movimientos artísticos recientes como el Pop Art, asumo que oyeron hablar de eso ¿no?”

“¿En eso no andaba ese Warhol?” preguntó Renzo, de quien menos se esperaría algún conocimiento de arte… “¿No era uno que estaba loco o algo así?” Finalizó.

‘Típico.’ Pensé yo.

“Ehh… si, bueno, Andy Warhol es un excelente ejemplo como Peter Max, pero yo no diría que estaba loco, al contrario yo creo que en el fondo sabía muy bien que hacía y porque lo hacía y que simplemente no medía las consecuencias de sus acciones, pero loco no era.” Explicó Antunez, y debo admitir que no podría haberlo dicho mejor que él.
Mientras volvía a casa, luego de la clase de Matemáticas con el espigad profesor al que le gustaba dar más vueltas que una espiral, pensaba en la tarea de investigación que había dado Antunez. Teníamos que escribir una monografía sobre el desarrollo del arte en los años ’60. No sería una tarea difícil, era mi época preferida y yo ya había hecho un poco de investigación por mi cuenta en ocasiones anteriores.

Llegué a mi casa y fui a saludar a mi papá que seguro estaba en su estudio haciendo cuentas, después de todo era contador. Mi mamá era peluquera y siempre me pregunté que era que les había atraído del otro siendo tan diferentes.

“¿Samanta sos vos?” preguntó la voz de papá desde el estudio.

“Si, ya se que es temprano pero me apuré en regresar porque nos dieron ¡la mejor tarea del mundo!” le dije una vez que llegue a su oficina y me acerqué a besar su mejilla.

“Que bien, ¿sobre qué?”

“El arte en los años ’60, ¿no es genial?” me di cuenta de que estaba casi gritando.

“Me alegro que te guste tu tarea, pero no sería más interesante y educativo estudiar sobre el arte de… digamos… ¿el Renacimiento?” Papá podía tener una mente tan cerrada a veces…

“Obvio que no” lo contradije “pá, vos sabés que es mi tema peferido y que por todo lo que los molesto con eso, que es un tema interesante.” Al terminar me fui a mi habitación, dejé mis cosas en el suelo y me tiré sobre la cama. Las paredes de mi cuarto estaban cubiertas por postres de The Beatles, cuadros de Miró y fotos de una fiesta retro que había organizado mi madre, en las que yo aparecía disfrazada de Holly Gollightly.

Sin quererlo me sumí en un sueño atrapante, en él yo vivía en la Nueva Cork de 1965 y me codeaba con los artistas de vanguardia. En el sueño era muy feliz.

Cuando me despertó mi madre para cenar, me molestó el hecho de haber gastado cuatro horas en fantasear que en investigar, aunque el sueño tal vez sirviera de ayuda para ambientarme.

Mamá había traído comida china del local que se encontraba al lado de su peluquería, y como ninguno de nosotros sabía cocinar, eso era lo más cercano a una comida elaborada que se podía encontrar en casa.

Durante toda la cena no dejé de pensar en mi sueño, los ’60 eran mi ideal de vida, mi modelo a seguir; puede sonar frívolo pero la moda, la música y el estilo de vida de esa época siempre me habían fascinado y daría traer todo es a la actualidad.

Me dormí pensando en una cosa, ‘¿No sería genial que los ’60 nunca hubieran terminado?’

viernes, 14 de septiembre de 2007

Un día lluvioso...

Acabo de llegar a mi casa después de un largo día y aunque me encuentro agotada, estoy feliz porque comí facturas!! Panza llena, corazón contento, no?
El día es un asco, créase o no no veo nada después del hospital a causa de la neblina. Estoy toda pegoteada y mi pelo llega hasta el techo.
Y mientras espero que se termine de bajar Jacquou Le Croquant (del cual faltan 400mb todavía)(cuando se termine de bajar, chicas, las invito a ver a Gaspard a casa) me dedico a escribir algo más elaborado.
El show de Les Luthiers se canceló hasta noviembre snif snif... buaaaaaaaaaaa
Por lo tanto mañana si tengo inspiración voy a corregir el primer capítulo de mi novela y publicarlo acá, y si mi musa no se presenta voy a dibujar a mis personajes.
PRIMICIA: uno de mis personajes futuros se va a llamar Judith, pensaba ponerle Edith pero el primero tiene un significado más sentimental (como si les interesara).
Nada más por ahora, me voy a descalzarme porque me duelen los pies.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Me comprometo

Bue, después de haber tenido Myspace, Multiply y una cuenta en Photobucket que ahora he revivido, me abro este blog, que espero no abandonar.
Tendría que irme a leer pero tengo fiaca, no, tendría que terminar el trabajo de Diseño, pero me da más fiaca todavía...
Mañana a la mañana lo hago, si tengo ganas jeje.........