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lunes, 17 de septiembre de 2007

Capítulo Dos

Al despertar no estaba segura de donde me encontraba, no parecía mi cuarto pero al mismo tiempo estaba segura de que lo era.

Los posters de The Beatles habían pasado de ser cinco y de un papel brillante a dos y de un papel similar al de diario, y se les sumaban tres del mismo papel pero de un chico de al menos 20 años, terriblemente apuesto, que letras grandes indicaban que se llamaba Armand Mercer, deduje que era cantante ya que uno de los carteles promocionaba su último… ¿LP?

Me pareció extraño pero no le di mucha importancia, muy bien podía ser uno de eso esos excéntricos que les gusta sacar tanto LPs como CDs … Las fotos de la fiesta no habían desaparecido pero ahora eran en blanco y negro, y los cuadros de Miró seguían en sus respectivos lugares. Pero lo que más me llamó la tención y terminó de despabilarme fue que en lugar de mi plateado equipo de música un pequeño tocadiscos beige y que donde debían estar mis CDs había un mueble de madera cuyos estantes estaban ocupados por LPs y SPs !!

Me levanté de golpe y me dirigí hacia mi armario y al abrirlo descubrí que mi ropa ya no era la misma sino que era similar a la de mi sueño. Comenzé a hiperventilar.

“No puede ser.” Dije en voz baja. “No puede ser.”

Miré por la ventana y ví que los edificios monumentales de la cuadra de enfrente no estaban, en su lugar había una plaza… Pero mi calendario marcaba 30 de Agosto de 2007. Eso lo confirmó… mi deseo de anoche se había vuelto realidad, ¡Los ’60 nunca terminaron!

En el momento de sintió como una epifanía.

Cuando logré recuperarme de la impresión escuché que mi mamá me llamaba desde la puerta.

“Samy… despertate que tenés que ir al colegio” me decía.

¿Qué hacía mamá en casa? A esta hora ya se había ido. ¿Qué estaba pasando? ¿Era todo real? ¿Tenía yo tanta imaginación? No, obvio que no. Era real.

“Si, estoy despierta, ya voy.” Contesté, tratando de esconder la sorpresa en mi voz.

“De acuerdo, te dejo el uniforme planchado al lado de la puerta.”

‘¿Uniforme?’ pensé, claro, se usaban uniformes.

Respiré hondo mientras me adaptaba a la idea y salí a buscar la ropa.

Después de salir del baño terminé de cambiarme y bajé las escaleras que daban justo a la cocina y al llegar, empecé a atar otros cabos sueltos.

Mamá había preparado una cantidad de tostadas como para alimentar un ejército y también había budín y jugo y café; y entonces comprendí: Julia, el nombre de mi mamá por el cual me parecía correcto llamarla en esta situación, era ama de casa… Algo que siempre había evitado ser. ¿Y dónde estaba papá? ¿O debería empezar a llamarlo Ricardo? Ya que sería un completo extraño, seguro. Su estudio contable se encontraba en la casa y por lo general él se encargaba del desayuno.


“¿Dónde está papá?” Pregunté con precaución para no dejar notar mi confusión.

“¿Dónde está? En la radio, ¡por supuesto! ¿Dónde va a estar sino? Si el programa es de 9 a 13 se espera que esté un poco antes ¿No te parece?” Me contestó con una sonrisa burlona y un poco desconcertada.

“Claro, claro, creo que todavía sigo un poco dormida todavía.” Mentí.

“Eso creo, ja ja. Samy yo me tengo que encontrar con Alicia en la peluquería porque se quiere que vigile al peluquero mientras le corta el cabello, como si yo supiera algo de eso, ja. Así que no puedo llevarte a la escuela, vas a tener que caminar, ¿está bien?” Me preguntó con un dejo de culpa.

“No hay problema, de hecho me siento con ganas de caminar.” Le dediqué una sonrisa convincente y m ela devolvió agradecida.

Después que se fue, me di cuenta de que todavía tenía una hora antes de salir para el colegio, ‘perfecto’ pensé, una hora para informarme y evitar pasar por loca frente a mis compañeros.

Subí a mi cuarto y l mirarme en el espejo noté algo que no había visto cuando fui al baño, mi pelo, que solía ser corto y descontrolado, era largo y lacio y al llegar a las puntas finalizaba en grandes tirabuzones de debajo de mis hombros y sobre mi frente ahora tenía flequillo. Como toque final decidí ponerme una vincha azul que encontré en mi escritorio y que combinaba con el uniforme del mismo color y gris.

Observé mis discos, debía haber como setenta. Todos ordenados, aparentemente, por preferencia, pero me sorprendió ver que el preferido era Armand Mercer y no Los Beatles, y del cual tenía tres discos.

Mientras ponía uno de ellos en el tocadiscos, seguí revisando los de Los Beatles, había veinticinco discos, ¿veinticinco? Sólo habían editado diez álbums en toda su carrera… El último de estos decía ser editado ¡este año!

¡Los Beatles seguían juntos!

En medio de la emoción no me percaté de que la música había empezado a sonar, el ritmo era rápido, del estilo de las películas de carretera, y la voz del cantante era suave, sin embargo se escuchaba de algún modo agresiva y definitivamente seductora; las letras estaban en francés por lo tanto no entendía nada. Descubrí rápidamente el porque de mi fanatismo por ese músico, parecía casi imposible no enamorarse de voz ipso facto.

Miré una de sus imágenes mientras empezaba el segundo tema, uno más lento; detrás de su alborotado flequillo castaño oscuro se veían uns penetrantes ojos azules, algo en su mirada me hizo pensar que él sería del tipo de hombres por el cual un día darías la vida y que al siguiente desearías que lo pise un tren. Pero el primer día siempre sería difícil de olvidar.

Salí de mi ensimismamiento cuando vi en el reloj de la pared que ya era hora de salir. Agarré mi mochila, mi abrigo y bajé las escaleras, pero antes de llegar a la puerta, una fotografía llamó mi atención. Era una imagen de la boda de mis padres, en la que se encontraban delante de las puertas de la iglesia junto a sus amigos y parientes. En realidad, mis padres se habían casado en un crucero, a pedido de mamá, obviamente.

Cuando llegué al colegio no me sorprendió ver que la construcción moderna que rodeaba el casco histórico del edificio había desaparecido. Ya me estaba acostumbrando a esta nueva vida, y luego de ver lo cambiadas que estaban las diez cuadras que distanciaban la escuela de mi casa ya nada podía ser tan novedoso.

Al segundo que puse un pie en el establecimiento fui abordada por una exaltada chica de abundante cabello rubio.

“¡Samy!” Gritó esta antes de abrazarme, entonces reconocí su voz.

“¿Marina?” Pregunté sintiéndome estúpida.

No me contestó pero me miró con cara extrañada por un momento. Después sonrió, me agarró del brazo y me dirigió hacia el aula. Una vez que nos sentamos en nuestros asientos de siempre, detalle que me extrañó, continuó con la conversación.

“No vas a creer lo que te tengo que contar.” Empezó. “¡Ana está embarazada!”

Ana era su hermana mayor que se había hecho conocida en el barrio por haber sido niña prodigio, y se había recibido de la facultad de medicina con veinte años, aparentemente eso había cambiado.

“¿Qué?” Pregunté. “¿Tus papás saben?”

“No, sólo me lo dijo a mi. Está aterrada con la idea de decirles, ya sabés como son. Encima de todo el padre ¡es el socio de papá! ¿Podés creerlo?” Me preguntó con un tono en su voz similar al de las señoras chismosas de los barrios.

Giré mi cabeza hacia los dos lados indicando negativa. Entonces hice una nota mental: ‘Marina es mi mejor amiga’. Ella estaba tan cambiada que no parecía la de antes, ni siquiera en la forma de caminar.

3 comentarios:

Nay Tiyi dijo...

Holaaa

Bueno... sigamos con las producciones literarias.
Me gustó mucho el suspenso que le diste al capítulo, esperando para hablar de Marina y el colegio ^^
Es un tema muy copadoo, creo que ya t elo dije antes :P
Asi que... esperaré para leer lo siguiente.
Pregunta...
Existe o inventaste vos al cantante fraces? Si lo inventaste... Por qué el nombre de Armand?

“Claro, claro, creo que todavía sigo un poco dormida todavía.”
Lo quisiste poner aproposito? Porque tal vez quedara mejor con puntos suspensivos...

Samy yo me tengo que encontrar con Alicia en la peluquería porque se quiere que vigile al peluquero mientras le corta el cabello, como si yo supiera algo de eso,

Para mi quedfaría mejor decir Pelo en vez de Cabello... Supongo que es por la familiaridad de la palabras, digamos... Nosotros no decimos "Me voy a cortar el cabello"... Pero no se :P

Che... espero que las tomes como crticas constructivas o observaciones y que no te molesten
=(

Me fui... se suypone que tengo que estudiar para el martin fierro ¬¬
Lo peor es que voy a pensar nconstantemente en que de despertó el carpincho :P

Besos nenaaaaa
hasta la 1:30
jejejeje

Tiyi Liki*

Maite dijo...

Jajajaja

Lo inventé yo pero el nombre me lo mencionaste vos y me gustó, así que lo tomé prestado, y la voz me la imagino como la del cantante de Franz.

Sí, es a propósito.

Se me ocurrió también mientras estaba escribiendo, pero lo dejé así y me olvidé de cambiarlo.

No me lo tomo a mal, al contrario me viene bárbaro que me lo digas así lo arreglo!!

Yo no voy a estudiar el Martín Fierro, no tengo ganas... para nada, que sea lo que Dios quiera...

Besos.

Luli dijo...

"Miré una de sus imágenes mientras empezaba el segundo tema, uno más lento; detrás de su alborotado flequillo castaño oscuro se veían uns penetrantes ojos azules, algo en su mirada me hizo pensar que él sería del tipo de hombres por el cual un día darías la vida y que al siguiente desearías que lo pise un tren. Pero el primer día siempre sería difícil de olvidar."

AAAa eso me pasa con varios cantants y/o actores jajaja

oh no, esta embarazada la hermana de Marina... se lo va a decir a las padres? XD

Pera... en algún momento de tu hermnosa novela pensas poner que vienen los Beatles a la Argentina y los vas a ver????

Me re imaginé el corte de pelo de Samy y el uniforme y la vincha que se pone boluda jajaja

Usaban pantalones oxford???

Te quiero compañera de política, música y vestimenta =)