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miércoles, 19 de septiembre de 2007

Capítulo Tres

A pedido del público aquí va el tercer capítulo!


Capítulo 3.


La primera clase del día era Literatura, materia que me gustaba mucho, pero luego de conocer al profesor y su elección de libros, cambié de opinión, los textos elegidos eran solamente clásicos. La mayoría los había leído y me habían gustado pero la literatura era algo muy amplio como para apegarse a lo más conocido nada más.

Luego tuve Matemáticas y fue interesante ver que tenía el mismo profesor que en mi vida anterior.

La última clase del día era Geografía y aunque debía durar 80 minutos, pareció durar tres horas.

Al salir, caminé las primeras cinco cuadras con Marina y luego tomamos caminos diferentes. Llegué a casa y leí una nota que había dejado mamá:

“Fui de compras, vuelvo para la cena, un beso,
Julia.”

Papá todavía no había regresado así que estaba sola. Subí a mi cuarto y continué con mi investigación de hoy a la mañana. Estudié mis libros, mis fotos, mis dibujos, mi ropa y volvía mirar mis discos; ante toda la conmoción no había notado que el último álbum verdadero de Los Beatles era Rubber Soul, después de ese el resto eran nuevos.

Las tapas eran convencionales, parecidas a las de sus inicios y en algunas aparecían ellos con tristes sonrisas fingidas. Se los veía avejentados, y no sólo físicamente sino que tenían un aura alrededor que oscurecía la imagen.

Me dejé llevar por la curiosidad y puse uno de los discos en el tocadiscos, pero ni bien empezó a sonar la música lo detuve. Era exactamente como yo temía, las canciones eran iguales a las que cantaban a comienzos de los ’60, su creatividad había sido congelada, ¡Yo la había congelado!

Me odiaba tanto en ese momento, había hecho algo terrible por simple capricho. Con razón no eran más mi banda preferida, pero por algún motivo seguía comprando sus discos, ¿culpa? ¿Algún compromiso inconsciente? Nunca lo sabría.

“¿Samanta estás en casa?” Escuché que preguntaba la voz de papá desde abajo.

“¡Si, ya bajo!”

Me apuré escaleras abajo para saludarlo, no quería estar sola en este momento. Al llegar pude apreciar que su traje tenía color y no era de esos grises que acostumbraba usar. Él como mamá había cambiado completamente, definitivamente ya no era la persona de pensamiento cerrado que yo había conocido, por lo que había escuchado de mis compañeros de curso, el programa de radio de mi padre era de los pocos que podían interesar a los adolescentes.

“Hola hija, ¿cómo estuvo tu día?” Me preguntó mientras dejaba sus cosas en un sofá y se dirigía a la cocina para preparar café.

“Bien, normal.” Mentí. “¿El tuyo?”

“Excepcional, pero no diré más hasta que llegue tu madre. Tengo una sorpresa.” Me sonrió y me hizo una seña para saber si yo también quería café.

Asentí con la cabeza y me senté en la mesa de la cocina. Mientras tomábamos el café estuvimos hablando sin parar de música, era genial poder hablar con mi papá de otra cosa que no fuera el colegio, nunca tuvimos mucho en común y generalmente hablaba más con mamá pero parecía que en este universo paralelo las cosas eran al revés.

Mamá llegó al cabo de una hora y empezó a preparar la cena, era algo extraño verla hacer eso, siempre lo había evitado con toda razón. Mientras lo hacía contaba los últimos chismes del barrio incluido lo de la hermana de Marina, aparentemente les había dejado una nota a sus padres explicando la situación y que se había escapado con el padre de la criatura a “…Dios sabe dónde” como dijo mamá.

Cuando ya estábamos sentados en la mesa y nos preparábamos para comer papá dio la sorpresa que tenía preparada.

“Bueno, como ya saben, este año la radio cumple cincuenta años...” Esperó hasta que ambas asentimos con la cabeza. “Por lo tanto, este sábado se llevará a cabo una cena de gala para festejar el aniversario y estamos invitados, no sólo porque trabajo en la radio, sino porque me darán… ¡una distinción de carrera!” Terminó con orgullo dibujado por toda su cara.

Celebramos la noticia toda la noche y cuando ya me costaba mantener los ojos abiertos me retiré a dormir. Esa noche dormí como nunca antes en mi vida, este había sido un día realmente agotador.

A la mañana siguiente mi mamá tuvo que sacudirme para despertarme, me levanté con desgano y me dirigí hacia el baño arrastrando los pies. Me bañe, me cambié y esperé que se secara mi pelo mientras desayunaba. Por suerte era viernes y mañana era la fiesta, no me entusiasmaban mucho las fiestas de etiqueta pero era importante para papá que estemos allí, a parte el me había prometido que habría música en vivo, y eso sonaba un poco interesante.

Mi recibimiento en el colegio sucedió igual que ayer y cuando entramos al aula Marina se explayó lo más que pudo en los sucesos familiares del día anterior, aparentemente no era tanto como que Ana había escapado sino más como que la habían echado sus padres.

Las clases pasaron con normalidad; Biología, Matemáticas e Historia. Al salir de la escuela se me ocurrió invitar a Marina a la fiesta del sábado para alejarla un poco de sus problemas familiares.

“¡Me encantaría ir! ¡Gracias!” Me respondió y luego me abrazó fuertemente.

…………………
Mientras mamá cocinaba yo le hablaba de lo que pensaba ponerme mañana para la fiesta y papá miraba el noticiero echado en uno de los sillones del living. De repente una noticia captó mis oídos:

“…el cantante francés Armand Mercer se encuentra en Buenos Aires pero no para dar sus multitudinarios recitales, como en ocasiones anteriores, sino para filmar una película…”

El resto de la nota fue interrumpida por la voz de papá.

“El lunes lo tendremos en el programa para entrevistarlo, supongo que no tengo que preguntarte si querés venir ¿no?” Me dijo con una sonrisa.

“¿En serio? ¿En serio?” Grité de emoción y corría a abrazarlo lo más fuerte que pude. “Gracias, gracias, gracias.”

Antes de irme a dormir llamé a Marina para darle la noticia y nos quedamos hablando un buen rato sobre la fiesta, detrás de la emoción de su voz pude notar un dejo de envidia pero no le di importancia.

Subí a mi cuarto, puse uno de los discos de Armand y mientras bailaba al ritmo de la música me cambié a mi pijama, me acosté en mi cama y miré uno de los postres del cantante. Me sentí como una estúpida fanática más, pero no me molestó saberlo, lo iba a conocer personalmente y eso era lo único que importaba en ese momento. Me dormí con una sonrisa boba tarareando un tema.

3 comentarios:

Luli dijo...

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAa
primero:
COMO PUEDE SERR??? ¬¬

Creo que si odio un poco a tu protagonista, porque por su culpa, los beatles ya no son creativos, y esa es una de las cualidades que más amo de ellos. Pero en fin, creo que esta bueno ver como sería un mundo sin los beatles, y más para nosotras dos XD

y segundo: LO VAS A CONOCERR!!!
vas a conocer a tu cantante favorito
bah... Samantha XD jajajjaa

en fin nena
no puedo esperar al capitulo 4!!!
un besote grande
nos vemos mañana
muaaaaaaaaaa

Viccka dijo...

Me gusta como lo cas llevando, y los personajes.

Apuurando!

.
.
.:

Nay Tiyi dijo...

No es un mundo sin Beatles, simplemten son más de los mismo. No sé si Zaitut lo hizo porque quería o porque inventarle a un grupo de música tan popular e icono una nueva música i/o canción iba a ser muy arriesgado.

Bueno...
Mi Armand... si me lo imagino por el nombre debe ser hermoso (entrevista, ya me vas a entender)

mmmm... ya te dije de la flta dela negación en la ultima frase...

Pero yo tengo chismes sobre tu novela y vos sobre la mia :P
Somos malaaa... JAJAJAJA (risa malvada)

Besos

Tiyi Liki*