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sábado, 29 de septiembre de 2007

Tengo mi entrada!!!!!


Acabo de volver del Alto Palermo de comprar mi hermosa entrada para el Yeah! Festival (un nombre más trucho no se les ocurrió)!!!!
En este momento soy la persona más feliz del mundo!!!
También me compré unos jeans que no voy a usar hasta el lunes porque es un regalo de cumpleaños... y porque tengo que hacerles el dobladillo...

Con respecto a la novela, tengo que hacer unas cuantas correciones al capítulo 4 y a los que le siguen, a parte tengo que terminar el capítulo 6. Así que voy a tardar un poco más en subir el 4, pido discúlpas!

Volviendo al tema anterior... ya quiero que sea 2 de Noviembre!!!!!!!!!!!
Me acuerdo que a principio de año una prima mía que había venido de visita desde México me contaba de lo bueno que era un show de The Killers en vivo y yo me preguntaba si algún día llegaría el día en que los vería... y llegó! o al menos llega en un mes.

Me voy a tomar la leche.
Chau chau...

viernes, 21 de septiembre de 2007

Día de la Primavera, Estudiante y Potus Salvaje...

Antes que nada ¡Feliz día de la Primavera, estudiante y en especial del Potus Salvaje!

Hoy fue un día raro, largo, pero valió la pena; empezando porque me desperté a las 6:30 de la mañana cosa que hace meses que no hago y jugé al Dominó que hace años que no juego!

El viaje hasta Correo Central fue genial en todo sentido, desde que viajé sentada sobre una baranda casi todo el viaje (que duró más de una hora) hasta el pibe que era igual a Gaspard Ulliel.
Después tuve que oficiar de guía turística lo cual me sirve de práctica, y que también fue muy divertido.
Buscar un lugar para sentarnos en Costanera no lo fue tanto, encima porque nos tuvimos que cambiar de lugar para estar al sol.
Pero bueno, comer, jugar al Taki, descansar y pelearnos con pasto si lo fue.
Creo que lo que cagó el día fue que se armó quilombo con la Prefectura y nos tuvimos que ir rajando del parque.
El viaje de vuelta fue un bajonaso, no era suficiente con el tráfico que había sino que el chofer tenía que chocar una camioneta y tardar también una hora en un viaje que puede durar 40 min. como máximo.

Pero ahora estoy en mi casita, descalza y creo que me voy a hacer más pochoclo para comer mientras sigo escribiendo y trato de terminar el 5to capítulo de una vez por todas!!!

Pensaba subir alguna foto de hoy pero no me da el saldo del teléfono para mandármelas por mail a la computadora. En otro momento será.

Hasta luego, pronto o nunca; como prefiera el lector.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Belle and Sebastian



Bueno, estos son Belle and Sebastian, una de mis bandas preferidas.
como estaba aburrida en mi casa decidí hablar sobre ellos.

Son una banda escocesa formada en 1996 en Glasgow y que sufrió diversos cambios en su formación.
En un comienzo fueron Stuart Murdoch (a quien voy a perseguir cuando vaya a Escocia), Stevie Jackson (guitarra)(probablemente también lo persiga), Isobel Campbell (cello), Richard Colburn (batería), Chris Geddes (teclados) y Stuart David (bajo); con esta formación editaron 'Tigermilk' su primer disco.
Para la grabación de ‘If You’re Feeling Sinister’ se unió a la banda Sarah Martin (violín). Para la grabación de 'The Boy With The Arab Strap' se unió Mick Cooke (trompeta)(los fanáticos de Franz Ferdinand le debemos taaanto).
Luego dejó la banda Stuart David y su puesto de bajista lo ocupó Bob Kildea, y más tarde Isobel Campbell también dejó la banda (snif snif).

Bueno nada, recomiendo son muy buenos y muy poco conocidos, entren y escuchen: http://www.myspace.com/thebandbelleandsebastian

Chau chau!!

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Capítulo Tres

A pedido del público aquí va el tercer capítulo!


Capítulo 3.


La primera clase del día era Literatura, materia que me gustaba mucho, pero luego de conocer al profesor y su elección de libros, cambié de opinión, los textos elegidos eran solamente clásicos. La mayoría los había leído y me habían gustado pero la literatura era algo muy amplio como para apegarse a lo más conocido nada más.

Luego tuve Matemáticas y fue interesante ver que tenía el mismo profesor que en mi vida anterior.

La última clase del día era Geografía y aunque debía durar 80 minutos, pareció durar tres horas.

Al salir, caminé las primeras cinco cuadras con Marina y luego tomamos caminos diferentes. Llegué a casa y leí una nota que había dejado mamá:

“Fui de compras, vuelvo para la cena, un beso,
Julia.”

Papá todavía no había regresado así que estaba sola. Subí a mi cuarto y continué con mi investigación de hoy a la mañana. Estudié mis libros, mis fotos, mis dibujos, mi ropa y volvía mirar mis discos; ante toda la conmoción no había notado que el último álbum verdadero de Los Beatles era Rubber Soul, después de ese el resto eran nuevos.

Las tapas eran convencionales, parecidas a las de sus inicios y en algunas aparecían ellos con tristes sonrisas fingidas. Se los veía avejentados, y no sólo físicamente sino que tenían un aura alrededor que oscurecía la imagen.

Me dejé llevar por la curiosidad y puse uno de los discos en el tocadiscos, pero ni bien empezó a sonar la música lo detuve. Era exactamente como yo temía, las canciones eran iguales a las que cantaban a comienzos de los ’60, su creatividad había sido congelada, ¡Yo la había congelado!

Me odiaba tanto en ese momento, había hecho algo terrible por simple capricho. Con razón no eran más mi banda preferida, pero por algún motivo seguía comprando sus discos, ¿culpa? ¿Algún compromiso inconsciente? Nunca lo sabría.

“¿Samanta estás en casa?” Escuché que preguntaba la voz de papá desde abajo.

“¡Si, ya bajo!”

Me apuré escaleras abajo para saludarlo, no quería estar sola en este momento. Al llegar pude apreciar que su traje tenía color y no era de esos grises que acostumbraba usar. Él como mamá había cambiado completamente, definitivamente ya no era la persona de pensamiento cerrado que yo había conocido, por lo que había escuchado de mis compañeros de curso, el programa de radio de mi padre era de los pocos que podían interesar a los adolescentes.

“Hola hija, ¿cómo estuvo tu día?” Me preguntó mientras dejaba sus cosas en un sofá y se dirigía a la cocina para preparar café.

“Bien, normal.” Mentí. “¿El tuyo?”

“Excepcional, pero no diré más hasta que llegue tu madre. Tengo una sorpresa.” Me sonrió y me hizo una seña para saber si yo también quería café.

Asentí con la cabeza y me senté en la mesa de la cocina. Mientras tomábamos el café estuvimos hablando sin parar de música, era genial poder hablar con mi papá de otra cosa que no fuera el colegio, nunca tuvimos mucho en común y generalmente hablaba más con mamá pero parecía que en este universo paralelo las cosas eran al revés.

Mamá llegó al cabo de una hora y empezó a preparar la cena, era algo extraño verla hacer eso, siempre lo había evitado con toda razón. Mientras lo hacía contaba los últimos chismes del barrio incluido lo de la hermana de Marina, aparentemente les había dejado una nota a sus padres explicando la situación y que se había escapado con el padre de la criatura a “…Dios sabe dónde” como dijo mamá.

Cuando ya estábamos sentados en la mesa y nos preparábamos para comer papá dio la sorpresa que tenía preparada.

“Bueno, como ya saben, este año la radio cumple cincuenta años...” Esperó hasta que ambas asentimos con la cabeza. “Por lo tanto, este sábado se llevará a cabo una cena de gala para festejar el aniversario y estamos invitados, no sólo porque trabajo en la radio, sino porque me darán… ¡una distinción de carrera!” Terminó con orgullo dibujado por toda su cara.

Celebramos la noticia toda la noche y cuando ya me costaba mantener los ojos abiertos me retiré a dormir. Esa noche dormí como nunca antes en mi vida, este había sido un día realmente agotador.

A la mañana siguiente mi mamá tuvo que sacudirme para despertarme, me levanté con desgano y me dirigí hacia el baño arrastrando los pies. Me bañe, me cambié y esperé que se secara mi pelo mientras desayunaba. Por suerte era viernes y mañana era la fiesta, no me entusiasmaban mucho las fiestas de etiqueta pero era importante para papá que estemos allí, a parte el me había prometido que habría música en vivo, y eso sonaba un poco interesante.

Mi recibimiento en el colegio sucedió igual que ayer y cuando entramos al aula Marina se explayó lo más que pudo en los sucesos familiares del día anterior, aparentemente no era tanto como que Ana había escapado sino más como que la habían echado sus padres.

Las clases pasaron con normalidad; Biología, Matemáticas e Historia. Al salir de la escuela se me ocurrió invitar a Marina a la fiesta del sábado para alejarla un poco de sus problemas familiares.

“¡Me encantaría ir! ¡Gracias!” Me respondió y luego me abrazó fuertemente.

…………………
Mientras mamá cocinaba yo le hablaba de lo que pensaba ponerme mañana para la fiesta y papá miraba el noticiero echado en uno de los sillones del living. De repente una noticia captó mis oídos:

“…el cantante francés Armand Mercer se encuentra en Buenos Aires pero no para dar sus multitudinarios recitales, como en ocasiones anteriores, sino para filmar una película…”

El resto de la nota fue interrumpida por la voz de papá.

“El lunes lo tendremos en el programa para entrevistarlo, supongo que no tengo que preguntarte si querés venir ¿no?” Me dijo con una sonrisa.

“¿En serio? ¿En serio?” Grité de emoción y corría a abrazarlo lo más fuerte que pude. “Gracias, gracias, gracias.”

Antes de irme a dormir llamé a Marina para darle la noticia y nos quedamos hablando un buen rato sobre la fiesta, detrás de la emoción de su voz pude notar un dejo de envidia pero no le di importancia.

Subí a mi cuarto, puse uno de los discos de Armand y mientras bailaba al ritmo de la música me cambié a mi pijama, me acosté en mi cama y miré uno de los postres del cantante. Me sentí como una estúpida fanática más, pero no me molestó saberlo, lo iba a conocer personalmente y eso era lo único que importaba en ese momento. Me dormí con una sonrisa boba tarareando un tema.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Capítulo Dos

Al despertar no estaba segura de donde me encontraba, no parecía mi cuarto pero al mismo tiempo estaba segura de que lo era.

Los posters de The Beatles habían pasado de ser cinco y de un papel brillante a dos y de un papel similar al de diario, y se les sumaban tres del mismo papel pero de un chico de al menos 20 años, terriblemente apuesto, que letras grandes indicaban que se llamaba Armand Mercer, deduje que era cantante ya que uno de los carteles promocionaba su último… ¿LP?

Me pareció extraño pero no le di mucha importancia, muy bien podía ser uno de eso esos excéntricos que les gusta sacar tanto LPs como CDs … Las fotos de la fiesta no habían desaparecido pero ahora eran en blanco y negro, y los cuadros de Miró seguían en sus respectivos lugares. Pero lo que más me llamó la tención y terminó de despabilarme fue que en lugar de mi plateado equipo de música un pequeño tocadiscos beige y que donde debían estar mis CDs había un mueble de madera cuyos estantes estaban ocupados por LPs y SPs !!

Me levanté de golpe y me dirigí hacia mi armario y al abrirlo descubrí que mi ropa ya no era la misma sino que era similar a la de mi sueño. Comenzé a hiperventilar.

“No puede ser.” Dije en voz baja. “No puede ser.”

Miré por la ventana y ví que los edificios monumentales de la cuadra de enfrente no estaban, en su lugar había una plaza… Pero mi calendario marcaba 30 de Agosto de 2007. Eso lo confirmó… mi deseo de anoche se había vuelto realidad, ¡Los ’60 nunca terminaron!

En el momento de sintió como una epifanía.

Cuando logré recuperarme de la impresión escuché que mi mamá me llamaba desde la puerta.

“Samy… despertate que tenés que ir al colegio” me decía.

¿Qué hacía mamá en casa? A esta hora ya se había ido. ¿Qué estaba pasando? ¿Era todo real? ¿Tenía yo tanta imaginación? No, obvio que no. Era real.

“Si, estoy despierta, ya voy.” Contesté, tratando de esconder la sorpresa en mi voz.

“De acuerdo, te dejo el uniforme planchado al lado de la puerta.”

‘¿Uniforme?’ pensé, claro, se usaban uniformes.

Respiré hondo mientras me adaptaba a la idea y salí a buscar la ropa.

Después de salir del baño terminé de cambiarme y bajé las escaleras que daban justo a la cocina y al llegar, empecé a atar otros cabos sueltos.

Mamá había preparado una cantidad de tostadas como para alimentar un ejército y también había budín y jugo y café; y entonces comprendí: Julia, el nombre de mi mamá por el cual me parecía correcto llamarla en esta situación, era ama de casa… Algo que siempre había evitado ser. ¿Y dónde estaba papá? ¿O debería empezar a llamarlo Ricardo? Ya que sería un completo extraño, seguro. Su estudio contable se encontraba en la casa y por lo general él se encargaba del desayuno.


“¿Dónde está papá?” Pregunté con precaución para no dejar notar mi confusión.

“¿Dónde está? En la radio, ¡por supuesto! ¿Dónde va a estar sino? Si el programa es de 9 a 13 se espera que esté un poco antes ¿No te parece?” Me contestó con una sonrisa burlona y un poco desconcertada.

“Claro, claro, creo que todavía sigo un poco dormida todavía.” Mentí.

“Eso creo, ja ja. Samy yo me tengo que encontrar con Alicia en la peluquería porque se quiere que vigile al peluquero mientras le corta el cabello, como si yo supiera algo de eso, ja. Así que no puedo llevarte a la escuela, vas a tener que caminar, ¿está bien?” Me preguntó con un dejo de culpa.

“No hay problema, de hecho me siento con ganas de caminar.” Le dediqué una sonrisa convincente y m ela devolvió agradecida.

Después que se fue, me di cuenta de que todavía tenía una hora antes de salir para el colegio, ‘perfecto’ pensé, una hora para informarme y evitar pasar por loca frente a mis compañeros.

Subí a mi cuarto y l mirarme en el espejo noté algo que no había visto cuando fui al baño, mi pelo, que solía ser corto y descontrolado, era largo y lacio y al llegar a las puntas finalizaba en grandes tirabuzones de debajo de mis hombros y sobre mi frente ahora tenía flequillo. Como toque final decidí ponerme una vincha azul que encontré en mi escritorio y que combinaba con el uniforme del mismo color y gris.

Observé mis discos, debía haber como setenta. Todos ordenados, aparentemente, por preferencia, pero me sorprendió ver que el preferido era Armand Mercer y no Los Beatles, y del cual tenía tres discos.

Mientras ponía uno de ellos en el tocadiscos, seguí revisando los de Los Beatles, había veinticinco discos, ¿veinticinco? Sólo habían editado diez álbums en toda su carrera… El último de estos decía ser editado ¡este año!

¡Los Beatles seguían juntos!

En medio de la emoción no me percaté de que la música había empezado a sonar, el ritmo era rápido, del estilo de las películas de carretera, y la voz del cantante era suave, sin embargo se escuchaba de algún modo agresiva y definitivamente seductora; las letras estaban en francés por lo tanto no entendía nada. Descubrí rápidamente el porque de mi fanatismo por ese músico, parecía casi imposible no enamorarse de voz ipso facto.

Miré una de sus imágenes mientras empezaba el segundo tema, uno más lento; detrás de su alborotado flequillo castaño oscuro se veían uns penetrantes ojos azules, algo en su mirada me hizo pensar que él sería del tipo de hombres por el cual un día darías la vida y que al siguiente desearías que lo pise un tren. Pero el primer día siempre sería difícil de olvidar.

Salí de mi ensimismamiento cuando vi en el reloj de la pared que ya era hora de salir. Agarré mi mochila, mi abrigo y bajé las escaleras, pero antes de llegar a la puerta, una fotografía llamó mi atención. Era una imagen de la boda de mis padres, en la que se encontraban delante de las puertas de la iglesia junto a sus amigos y parientes. En realidad, mis padres se habían casado en un crucero, a pedido de mamá, obviamente.

Cuando llegué al colegio no me sorprendió ver que la construcción moderna que rodeaba el casco histórico del edificio había desaparecido. Ya me estaba acostumbrando a esta nueva vida, y luego de ver lo cambiadas que estaban las diez cuadras que distanciaban la escuela de mi casa ya nada podía ser tan novedoso.

Al segundo que puse un pie en el establecimiento fui abordada por una exaltada chica de abundante cabello rubio.

“¡Samy!” Gritó esta antes de abrazarme, entonces reconocí su voz.

“¿Marina?” Pregunté sintiéndome estúpida.

No me contestó pero me miró con cara extrañada por un momento. Después sonrió, me agarró del brazo y me dirigió hacia el aula. Una vez que nos sentamos en nuestros asientos de siempre, detalle que me extrañó, continuó con la conversación.

“No vas a creer lo que te tengo que contar.” Empezó. “¡Ana está embarazada!”

Ana era su hermana mayor que se había hecho conocida en el barrio por haber sido niña prodigio, y se había recibido de la facultad de medicina con veinte años, aparentemente eso había cambiado.

“¿Qué?” Pregunté. “¿Tus papás saben?”

“No, sólo me lo dijo a mi. Está aterrada con la idea de decirles, ya sabés como son. Encima de todo el padre ¡es el socio de papá! ¿Podés creerlo?” Me preguntó con un tono en su voz similar al de las señoras chismosas de los barrios.

Giré mi cabeza hacia los dos lados indicando negativa. Entonces hice una nota mental: ‘Marina es mi mejor amiga’. Ella estaba tan cambiada que no parecía la de antes, ni siquiera en la forma de caminar.

Palabras sueltas

¡Que día hoy!
¿No podía parar de llover al menos mientras salíamos del colegio?
Encima el taxista parecía re fumado, no se, se la pasaba preguntando la dirección, manejaba medio en zig zag y encima de todas las cosas estaba escuchando temas pedorros en la radio y tratando de cantar al unísono!!! Los peores 15 minutos de mi corta vida. Y, como hablabamos hoy, no pude controlar mis expresiones faciales pero estoy segura de que no se dio cuenta el chabón.
¿De que más puedo hablar? A ver...
Tengo ganas de ir a ver un ballet, la última vez que fui a ver uno fue hace dos años con mis viejos en el Colón. Estuvo muy bueno, pero ahora el Colón esta cerrado...
En este momento estoy viendo Peter Capussoto, obviamente, y en un ratito voy a seguir escribiendo.
Ehh, mañana a las 17:30 hay marcha por la noche de los lápices, supongo que será a Plaza de Mayo, como siempre. Yo voy, ¿alguien se prende?
A continuación subiré el segundo capítulo.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Primer capítulo.

Decidí que no iba a corregir nada porque todavía no estoy segura de como hacerlo, así que pensé que sería mejor que ustedes, los lectores, me dijeran que les parece que tendría que arreglar, como yo ya se muchas cosas sobre la historia de antemano a veces me olvido de describir personajes o lugares...
En fin, la historia volvióa ser "Sin nombre", al menos por ahora.
Disfruten!


“Nací en la época equivocada”. Me repetía una y otra vez mientras caminaba hacia el colegio, escuchando “Eleanor Rigby” en mi reproductor de mp3; me sentía tan reflejada en esa canción. Si bien no era solitaria a tal extremo, mis amigos eran más bien casuales, como el caso de Marina, mi compañera de banco, con quien intercambiaba un máximo de diez palabras por día haciéndola mi mejor amiga; en general nuestros gustos en común terminaban cuando el timbre marcaba el fin del día escolar.

No es que odiara mi vida, pero sentía que no pertenecía a este mundo donde la tecnología es lo más importante (aunque yo hiciera uso de esta). Me molestaba que de lo único que se hablara fuera de celulares que sirven para todo menos para llamadas telefónicas, de televisores enormes cuya única función sea darle más trabajo a los oculistas y de autos que te llevan más rápido hacia un accidente.

Mis pensamientos fueron interrumpidos al entrar al aula y tomar mi asiento junto a Marina.

“Hola” le dije.

“Hola” me contestó, sin levantar la mirada de su revista de Death Metal.

Siempre me pareció una persona misteriosa, daba la impresión de que debajo de sus ropas negras y cabello rubio y llovioso se escondiera una persona grandiosamente cálida…

Saqué mi libro de Historia, cuya materia tenía a continuación, y comencé a repasar cuando entró el Antunez, un señor con aspecto similar a Papá Noel a quien le gustaba representar situaciones, haciendo esta mi materia preferida. Se sentó detrás de su escritorio y comenzó la clase.

“Buenos días, chicos.” Comenzó “se me ocurrió durante el fin de semana que quizás era hora de hablarles un poco sobre movimientos artísticos recientes como el Pop Art, asumo que oyeron hablar de eso ¿no?”

“¿En eso no andaba ese Warhol?” preguntó Renzo, de quien menos se esperaría algún conocimiento de arte… “¿No era uno que estaba loco o algo así?” Finalizó.

‘Típico.’ Pensé yo.

“Ehh… si, bueno, Andy Warhol es un excelente ejemplo como Peter Max, pero yo no diría que estaba loco, al contrario yo creo que en el fondo sabía muy bien que hacía y porque lo hacía y que simplemente no medía las consecuencias de sus acciones, pero loco no era.” Explicó Antunez, y debo admitir que no podría haberlo dicho mejor que él.
Mientras volvía a casa, luego de la clase de Matemáticas con el espigad profesor al que le gustaba dar más vueltas que una espiral, pensaba en la tarea de investigación que había dado Antunez. Teníamos que escribir una monografía sobre el desarrollo del arte en los años ’60. No sería una tarea difícil, era mi época preferida y yo ya había hecho un poco de investigación por mi cuenta en ocasiones anteriores.

Llegué a mi casa y fui a saludar a mi papá que seguro estaba en su estudio haciendo cuentas, después de todo era contador. Mi mamá era peluquera y siempre me pregunté que era que les había atraído del otro siendo tan diferentes.

“¿Samanta sos vos?” preguntó la voz de papá desde el estudio.

“Si, ya se que es temprano pero me apuré en regresar porque nos dieron ¡la mejor tarea del mundo!” le dije una vez que llegue a su oficina y me acerqué a besar su mejilla.

“Que bien, ¿sobre qué?”

“El arte en los años ’60, ¿no es genial?” me di cuenta de que estaba casi gritando.

“Me alegro que te guste tu tarea, pero no sería más interesante y educativo estudiar sobre el arte de… digamos… ¿el Renacimiento?” Papá podía tener una mente tan cerrada a veces…

“Obvio que no” lo contradije “pá, vos sabés que es mi tema peferido y que por todo lo que los molesto con eso, que es un tema interesante.” Al terminar me fui a mi habitación, dejé mis cosas en el suelo y me tiré sobre la cama. Las paredes de mi cuarto estaban cubiertas por postres de The Beatles, cuadros de Miró y fotos de una fiesta retro que había organizado mi madre, en las que yo aparecía disfrazada de Holly Gollightly.

Sin quererlo me sumí en un sueño atrapante, en él yo vivía en la Nueva Cork de 1965 y me codeaba con los artistas de vanguardia. En el sueño era muy feliz.

Cuando me despertó mi madre para cenar, me molestó el hecho de haber gastado cuatro horas en fantasear que en investigar, aunque el sueño tal vez sirviera de ayuda para ambientarme.

Mamá había traído comida china del local que se encontraba al lado de su peluquería, y como ninguno de nosotros sabía cocinar, eso era lo más cercano a una comida elaborada que se podía encontrar en casa.

Durante toda la cena no dejé de pensar en mi sueño, los ’60 eran mi ideal de vida, mi modelo a seguir; puede sonar frívolo pero la moda, la música y el estilo de vida de esa época siempre me habían fascinado y daría traer todo es a la actualidad.

Me dormí pensando en una cosa, ‘¿No sería genial que los ’60 nunca hubieran terminado?’

viernes, 14 de septiembre de 2007

Un día lluvioso...

Acabo de llegar a mi casa después de un largo día y aunque me encuentro agotada, estoy feliz porque comí facturas!! Panza llena, corazón contento, no?
El día es un asco, créase o no no veo nada después del hospital a causa de la neblina. Estoy toda pegoteada y mi pelo llega hasta el techo.
Y mientras espero que se termine de bajar Jacquou Le Croquant (del cual faltan 400mb todavía)(cuando se termine de bajar, chicas, las invito a ver a Gaspard a casa) me dedico a escribir algo más elaborado.
El show de Les Luthiers se canceló hasta noviembre snif snif... buaaaaaaaaaaa
Por lo tanto mañana si tengo inspiración voy a corregir el primer capítulo de mi novela y publicarlo acá, y si mi musa no se presenta voy a dibujar a mis personajes.
PRIMICIA: uno de mis personajes futuros se va a llamar Judith, pensaba ponerle Edith pero el primero tiene un significado más sentimental (como si les interesara).
Nada más por ahora, me voy a descalzarme porque me duelen los pies.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Me comprometo

Bue, después de haber tenido Myspace, Multiply y una cuenta en Photobucket que ahora he revivido, me abro este blog, que espero no abandonar.
Tendría que irme a leer pero tengo fiaca, no, tendría que terminar el trabajo de Diseño, pero me da más fiaca todavía...
Mañana a la mañana lo hago, si tengo ganas jeje.........